La ciberseguridad es uno de los pilares fundamentales en la infraestructura de cualquier empresa moderna. Con el creciente número de amenazas informáticas, asegurar las redes corporativas es esencial. Sin embargo, una de las barreras más comunes es el alto costo de las soluciones de seguridad, especialmente aquellas que requieren licencias costosas. Aquí es donde las soluciones de software de código abierto, como las que ofrece Netiax, se convierten en una excelente alternativa.
La razón por la que la mayoría de las organizaciones utilizan software y componentes de código abierto en sus aplicaciones es que proporciona varios beneficios, incluidos los siguientes:
- Costo: El software de código abierto está comúnmente disponible sin costos de licenciamiento. Esto hace que sea rentable para las organizaciones integrarlo en su propia aplicación.
- Usabilidad: Los paquetes de código abierto proporcionan soluciones pre-construidas y listas para usar. Los desarrolladores pueden utilizarlos para agregar rápida y fácilmente la funcionalidad deseada a la aplicación.
- Calidad: El software de código abierto opera bajo el principio de “muchos ojos”, que establece que, dado que cualquiera puede leer y revisar el código, es poco probable que tenga errores.
- Velocidad: El uso de componentes de código abierto permite a los desarrolladores de software evitar reinventar la rueda, acelerando los plazos de desarrollo y lanzamiento.
- Agilidad: Con el software de código abierto, una organización no se arriesga al bloqueo del proveedor. Si es necesario, una organización puede cambiar a otro software o paquetes.
Breve historia del Software de Código Abierto
Hasta mediados de la década de los 70, el código informático se consideraba implícito al funcionamiento del hardware del sistema, y no una propiedad intelectual exclusiva sujeta a protección de copyright. Las organizaciones programaban su propio software, y el uso compartido de código era una práctica común.
La CONTU (Commission on New Technological Uses of Copyrighted Works) se estableció en 1974 y concluyó que el código de software era una categoría de trabajo creativo apta para la protección de copyright. Esto impulsó el crecimiento de la publicación de software independiente como sector, con el código fuente de propiedad como fuente primaria de ingresos. A medida que la informática personal trajo aplicaciones a todos los escritorios corporativos y a muchos hogares, el mercado de software se volvió intensamente competitivo y los editores de software se volvieron cada vez más pendientes de posibles infracciones de sus derechos de propiedad.
Así, en 1983 se inició una especie de rebelión contra las restricciones y limitaciones del software propietario. El programador Richard Stallman se irritó ante la idea de que los usuarios no pudieran personalizar el software propietario, aunque lo estimaran necesario para realizar su trabajo. Stallman sentía que el «software debía ser libre, en el sentido de libertad de expresión, no como barra libre», y defendió la noción de que el software estuviera disponible libremente para su personalización.
Stallman fundó la Free Software Foundation, a partir de la cual surgiría el desarrollo de una alternativa de código abierto al sistema operativo Unix propiedad de AT&T, entre otras aplicaciones. También innovó la primera licencia de software copyleft, la GNU General Public License (GPL), que requería que cualquiera que mejorara su código fuente también publicará su versión editada libremente para todo el mundo.
El ensayo de Eric S. Raymond de 1997 titulado «The Cathedral and the Bazaar» se considera otro punto de inflexión en el movimiento del software libre. Raymond contrastó el enfoque cerrado de arriba a abajo típico del desarrollo de software propietario, donde un grupo principal (al que llamó «The Cathedral») se encargaba de todo el desarrollo, frente al desarrollo público abierto y libremente compartido a través de Internet (The Bazaar). Poco después, Netscape Corporation publicó el código de su navegador Mozilla como código abierto, y el movimiento de código abierto ganó legitimidad.